sábado

Volkswagen Golf GTI



Ya tenemos aquí la séptima generación del Golf GTI con dos versines, la normal de 220 CV y la performance con 230CV. Diferencial autoblocante, frenos de mayor tamaño y llantas de 18 pulgadas, además de una nueva dirección progresiva y el opcional DCC.


El sonido del motor 2.0 TFSi es más discreto que en la generación anterior. Se trata del mismo motor con el apoyo del cigüeñal reforzado, colector de escape integrado en la culata del cilindro, menos fricción interna y la inyección directa modificada. A baja velocidad es ultrasuave: la caja de cambios lo es; como también el manejo del embrague. 

El modo sport coloca la suspensión más rígida y permite un tacto más suave al acelerador. Es preciso llevar una conducción precisa para que el diferencial haga su trabajo. El diferencial se deja sentir limitando el sobviraje pero si subimos de velocidad los neumáticos perderan adherencia.

El control de seguridad no interviene demasiado debido a su acertado chasis. Volkwagen parece haber primado más la seguridad que los malabarismos al volante. La amortiguación pilotada funciona mejor en carretera en el modo normal. Estrena una estrategia que controla cada rueda de forma individual. Pasa la mayoría de irregularidades sin perder el control. Incluso con el acelerador a fondo la rueda interior no patina y se nota como la otra proporciona tracción. El autoblocante hace bien su trabajo sin precisar del ESC.

Cuando queremos ir rápido por carretera es noble pero si pretendemos el máximo confort nos lo transmitirá con su suave conducción. Un coche muy versátil.

No hay comentarios:

Publicar un comentario