Un coche estimulante, capaz de combinar diseño y dinamismo de marcha. Esta versión descapotable no se trata de una mera imitación de un Mini Cabrio o de algo por el estilo sino de un producto con personalidad propia. Tiene muchas virtudes sin especializarse solo en la deportividad.
El motor es una de sus mejores armas ya que monta un 1.6 THP que también encontramos en los Mini, aunque en este caso se encuentran nada menos que 156 CV. Nada mal para un coche de este tamaño. A partir de las 3000 rpm el turbo actúa de manera estupenda y deja de esconderse para salir completamente al ataque y lograr grandes registros frente al crono.
Un interior cuidado muy en la línea de la marca, con asientos cómodos, panel que emula fibra de carbono, relojes redondos y un volante con mucha suavidad en el tacto.
La sensación de deportividad que transmite se consigue gracias a su suspensión rígida pero que pese a todo nos deja muy buenas sensaciones de confort. Tenemos que agarrar bien el volante para gestionar todo el par motor ya que nos puede dar algún tirón a la salida de una curva.
Es un coche fácil y eficaz con pocos puntos flacos sea cual sea el estilo de conducción. En las frenadas fuertes se muestra algo nervioso si el asfalto no es muy uniforme. Por lo demás, y para ser un descapotable nos deja muy buenas sensaciones y con un precio no muy desorbitado dada la potencia que tiene, que rondaría los 23.000 €.
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