Un coche con dos características fundamentales: eficiente y potente. Algo muy buscado hoy en día para los amantes de las sensaciones fuertes pero que buscan rascarse el bolsillo lo menos posible. Tiene lo mejos de estos dos mundos y por eso le han apodado Blue con las clásicas siglas GT.
Tiene un 'look' más fiero con una agresividad estética a través de unos faldones más deportivos , doble salida de escape, llantas de 17"con el diseño 'Qubak' y las siglas GT tanto en la parrilla como en el portón.
Lo que más sorprende es su consumo que en Vw dicen que se encuentra entorno a los 4.5L pero en la prueba que tuve oportunidad de realizar se encontró entorno a los 6.25L lo cual no está nada mal. Esta cifra es tan razonable porque debajo del capó monta 140 CV de potencia, y además es gasolina. La pregunta es: ¿cómo logra esta cifra?, pues se sebe a unas tecnología que ya tenía el Audi A1 sportback y que ahora se encuentra en el Polo y en el Golf. Es un sistema que desconecta los cuatro cilindros, pero no significa que se desplace siempre 'bicilindrico' sino que solo lo hace en situaciones específicas como cuando soltamos el acelerador y le dejamos con la inercia o cuando vamos a todo gas en terrenos llanos. Este cambio de cilindros es inapreciable para el conductor. A ello se le uno el sistema que ya explicamos en anteriores artículos llamado Stop&Start.
El maletero tiene una capacidad de 280 litros. Resalta especialmente este pequeño en la comodidad de sus asientos ergonómicos que permite viajar muchos kilómetros sin que aparezca el cansancio. Me ha llamado mucho la atención el fabuloso estilo con el que se han realizados sus asientos, con una mezcla muy interesante y agradable para la vista como son los colores azul, gris y negro.
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